Desde hace décadas, algunos científicos han planteado una hipótesis fascinante: que nuestro cerebro no almacena recuerdos como si fueran archivos guardados en cajones, sino como patrones de interferencia similares a un holograma.

Esta idea, conocida como el “ modelo holográfico del cerebro ”, sugiere que cada recuerdo, cada sensación y cada emoción estaría distribuida por toda la mente, y no en un lugar específico.

La propuesta de Karl Pribram y David Bohm

En los años 70, el neurocientífico Karl Pribram y el físico cuántico David Bohm trabajaron de manera independiente pero llegaron a un punto común: la mente y el universo podrían compartir un principio holográfico.

Pribram, al estudiar lesiones cerebrales, descubrió que las personas no perdían recuerdos específicos aunque se les ext

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