La este verano ha marcado un récord histórico en temperaturas y duración, convirtiéndose en uno de los fenómenos más intensos de los últimos años. Desde finales de junio, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha emitido alertas donde las temperaturas han superado los 40 °C en amplias zonas del país, especialmente en el sur, centro y valle del Ebro.
Y es que este fenómeno no solo afecta a la vida diaria, sino que también tiene consecuencias graves para la salud , el consumo energético y el medio ambiente. Según los expertos, estas olas de calor son cada vez más frecuentes, lo que implica que, en el caso de España, hay jornadas sofocantes y mayores riesgos de incendios forestales.
Sin embargo, los pronósticos invernales avanzan todo lo contrario . Más frío y mayor inestabilidad