Lo que prometía ser el inicio de unas vacaciones soñadas para Sophie Brame , una joven británica de 27 años, terminó convirtiéndose en una experiencia desagradable a bordo de un vuelo de Ryanair. El motivo: un pasajero decidió quitarse los zapatos, generando un olor tan intenso que Sophie lo describió como “quesoso” y “completamente insoportable”.

El incidente ocurrió aproximadamente una hora después del despegue desde Manchester rumbo a Fuerteventura. Sophie, que viajaba en clase turista, notó un hedor persistente que la obligó a mirar a su alrededor. Fue entonces cuando descubrió que el origen del mal olor era el pie descalzo de su compañero de asiento, extendido de forma invasiva hacia su espacio personal.

Indignada, la joven decidió documentar la situación en su cuenta de TikTok,

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