"Entre 2006 y 2014, Bolivia vio la ilusión fruto del populismo: el PBI creció en promedio 5% anual, con picos de 6.8% en 2013, muy por encima del promedio regional. Ese supuesto “milagro” fue posible gracias al superciclo de las materias primas y a una política de gasto público expansivo, estatizaciones y subsidios (...). Cuando el ciclo favorable terminó, la fragilidad quedó expuesta", comentó David Tuesta.

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