Rafa Nadal está muy cerca de cumplir ya un año fuera de las pistas, oficialmente retirado, una nueva vida que le ha obligado a redefinir su estricta rutina, pues, tal y como ha confesado, levantarse "sin nada que hacer" no le funciona y necesita "objetivos" para ser feliz.

Toda una vida de sacrificio deja poso, claro está, pues dos décadas de rutina militar acabaron de la noche a la mañana cuando decidió colgar la raqueta: "Es un poco difícil decidir cuál es el día a día, porque no hay una rutina como había antes. Antes me levantaba con despertador. Ahora tengo un niño que me despierta a las siete, más o menos", confiesa en unas declaraciones en el pódcast de NDL Pro Health.

Evidentemente, con dos hijos a su cargo, el más pequeño nacido hace semanas, sus labores ahora se centran mucho en

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