Cuando buscás una escapada que te desconecte de la ciudad pero no querés alejarte demasiado, hay un pueblo bonaerense que combina todo lo que necesitás. A tan solo 45 kilómetros de Buenos Aires , San Vicente te recibe con aire puro, historia argentina y construcciones que parecen sacadas de otro siglo.
Este rincón de la provincia se transformó en el destino perfecto para quienes quieren cambiar el asfalto por caminos de tierra y los edificios por quintas centenarias. Acá encontrás desde la antigua residencia presidencial hasta mansiones que guardan los secretos de la alta sociedad del siglo XIX. La zona incluye también Domselaar, donde cada construcción cuenta una historia diferente.
El pueblo que guarda la memoria de la aristocracia
El Castillo Guerrero domina el paisaje