Cuando Colombia aún no se repuso del atentado y posterior muerte del precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, del partido de oposición de derecha Centro Democrático, los ataques en Amalfi, Antioquia, y en la ciudad de Cali, Valle del Cauca, reviven el miedo de las peores épocas del narcoterrorismo, en los años 80 y 90.
En el primer ataque murieron 13 policías y 4 más resultaron gravemente heridos. Fueron embestidos con ráfagas de fusil y drones con explosivos cuando llegaban a apoyar a otro grupo de uniformados que estaban en una jornada de erradicación manual de cultivos ilícitos de hoja de coca. En el segundo atentado, en la ciudad de Cali, murieron 6 personas y más de 70 resultaron heridas tras la explosión de varios cilindros-bomba lazados en inmediaciones de la base aérea Marco