Una de las consecuencias más notorias del delicado momento económico es la baja en el consumo, ya que los salarios están muy atrasados y la ciudadanía debe optar por gastar en aquello de primera necesidad. Así, las ventas minoristas PyME tuvieron una caída del dos por ciento interanual.

Además de la baja del dos por ciento interanual, las ventas comerciales descendieron 5,7 por ciento en forma mensual, es decir, en comparación con junio. Así surge del Índice de Ventas Minoristas elaborado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), uno de los más importantes del país.

Según los encuestados, las ventas estuvieron condicionadas por varios factores que limitaron el consumo, como el endeudamiento en los hogares, el uso restringido del crédito y el aumento de los costos ope

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