Por DÉBORA REY undefined
BUENOS AIRES (AP) — En uno de los episodios más violentos de los últimos años en el fútbol sudamericano, barrabravas del Independiente de Argentina atacaron ferozmente a la aficionados visitantes de la Universidad de Chile, que previamente había causado daños en las instalaciones del estadio, durante el partido el pasado miércoles por octavos de final de la Copa Sudamericana.
No hubo que lamentar víctimas, pese a la ferocidad de los agresores del Rojo que lastimaron con palos y objetos cortantes a casi una veintena de hinchas chilenos ante la considerable inacción de la policía local. Pero dos de los simpatizantes quedaron en estado grave.
El encuentro fue «cancelado» y ahora la CONMEBOL deberá definir el futuro de la serie.
¿Cómo se desencadenó la violencia?