Una delicada fila de piezas de dominó. En esto es en lo que se ha convertido el programa de asilo para inmigrantes en el Reino Unido ante la gran preocupación del gobierno laborista de Keir Starmer. Un fallo histórico del Tribunal Superior ha tirado la primera pieza y ahora todo puede desmoronarse, dejando en la calle a más de 30.000 personas llegadas de manera ilegal al país, lo que crea un verdadero problema a las autoridades ya que su obligación legal es darles cobijo mientras se examinan sus casos.

De momento, los más de cien inmigrantes que ahora residen en el hotel de la localidad de Epping Forest -sureste de Inglaterra- tienen que abandonarlo antes de las 16:00 horas del 12 de septiembre, después de que el ayuntamiento local liderado por los conservadores haya obtenido una orden

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