Mientras los drones y misiles rusos continúan atacando Ucrania y Moscú demuestra su negativa a pausar la guerra, Ucrania espera que sus propios ataques de largo alcance contra el territorio enemigo puedan eventualmente obligar a Vladimir Putin a sentarse a la mesa de negociaciones.

Centros ferroviarios clave, refinerías de petróleo y oleoductos, así como importantes empresas de producción militar, son blanco de los drones ucranianos, decenas de los cuales recorren cientos, o en algunos casos miles, de kilómetros en territorio ruso cada noche.

Equipados con entre 40 y 60 kg de explosivos, vuelan relativamente despacio, pero a menudo logran evadir las defensas aéreas del vasto país. El daño que causan es limitado, pero varias refinerías de petróleo rusas clave están actualmente en reparaci

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