El Departamento de Justicia de EE.UU. ha hecho públicas las transcripciones de una entrevista con Ghislaine Maxwell, colaboradora convicta de Jeffrey Epstein. Esta entrevista, realizada por el vicesecretario de Justicia, Todd Blanche, se produce en un contexto de creciente indignación sobre el manejo del caso Epstein por parte del Gobierno. La Casa Blanca ha intentado calmar las críticas, pero las expectativas sobre la información revelada han sido decepcionantes.
Maxwell, quien se encuentra en medio de apelaciones, no implicó a nadie en delitos, incluyendo al expresidente Donald Trump. Afirmó que Epstein no tenía una lista de clientes y negó haber presenciado actos sexuales no consentidos. "Nunca, jamás vi a ningún hombre haciendo algo inapropiado con una mujer de cualquier edad", declaró Maxwell. Sin embargo, sus respuestas han suscitado dudas sobre su credibilidad.
En la entrevista, Maxwell también negó que Epstein le pagara por reclutar mujeres jóvenes y cuestionó la existencia de cámaras en sus residencias. A pesar de que varias víctimas han mencionado una red de cámaras ocultas, Maxwell insistió en que las cámaras en la casa de Palm Beach eran para prevenir robos. Además, cuando se le preguntó sobre su posible reclutamiento de una masajista en el club Mar-a-Lago, Maxwell dijo: "Nunca he reclutado una masajista de Mar-a-Lago para eso, que yo recuerde".
Un punto notable de la entrevista fue su opinión sobre la muerte de Epstein, quien falleció en prisión. Maxwell expresó: "No creo que haya muerto por suicidio, no". Aunque se distanció de las teorías de conspiración, sugirió que podría haber sido un ataque no relacionado con chantajes. Esto ha alimentado aún más las dudas sobre las circunstancias de su muerte.
Maxwell también hizo comentarios elogiosos hacia Trump, lo que ha llevado a especulaciones sobre si estaba buscando algún tipo de concesión del Gobierno. "Solo quiero decir que admiro su extraordinario logro de convertirse en presidente", afirmó. A pesar de que el Departamento de Justicia ha intentado mantener la confidencialidad de ciertos nombres, Maxwell mencionó a figuras como Trump y Bill Clinton, aunque sin implicarlos en actos indebidos.
La entrevista ha dejado más preguntas que respuestas, y la credibilidad de Maxwell sigue siendo un tema de debate. A medida que el caso Epstein continúa generando controversia, la falta de revelaciones significativas en esta entrevista podría complicar aún más la percepción pública sobre el manejo del caso por parte del Gobierno.