A mediados de los noventa, el empresario tecnológico Anthony Wood se encontró con un problema práctico: sus actividades no le permitían ver la que era acaso su serie favorita, Star Trek, por el horario en el que era emitida en televisión.

Luego de crear un dispositivo que rompía con la rigidez horaria y permitía grabar programas y saltarse comerciales (Replay TV), el inglés vio otra oportunidad de cambiar la manera de consumir contenidos en pantalla.

La idea era tan simple como revolucionaria: ver solo lo que quería ver y en el momento en que quisiera, sin necesidad de grabar cada episodio de manera física, ni lidiar con una pila de cintas VHS.

Así fue como Wood fundó Roku en California, a principios de los 2000, cuando más del 80% de los hogares en EEUU estaban conectados a servicios d

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