Erik y Lyle, asesinos de sus padres en 1989, tendrán una nueva oportunidad de buscar el beneficio carcelario en tres años

Nuevo giro de guion en el caso Menéndez. Los hermanos, en prisión por haber asesinado a sus padres en 1989, han recibido un duro golpe esta semana que los aleja de la anhelada libertad . La junta de libertad condicional de California han negado a los famosos presos la posibilidad de abandonar la cárcel en el corto plazo. Lyle Menéndez, de 57 años, escuchó la negativa este viernes en una sesión que duró once horas. Su hermano Erik, 54 años, lo hizo la víspera en otra extensa vista de diez horas. Son duraciones maratonianas de procedimientos que suelen tomar entre tres o cuatro horas. Ambos podrán solicitar el beneficio en tres años, cuando se les permita una nueva aud

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