Al diseñador de videojuegos David Jaumandreu le vino la idea mientras jugaba con un tren de juguete junto a sus dos hijas pequeñas. ¿Qué pasaría si, en lugar de mantenerse pegado a la vía, el vagón pudiese saltar y hacer piruetas en el aire? Ahí se le encendió la bombilla. Dos años más tarde, esa ocurrencia se ha convertido en Denshattack! , un videojuego que mezcla dos conceptos tan distintos como el mundo ferroviario – densha es tren en japonés– y los deportes extremos y que, de tan original, ha sido la gran sensación de la Gamescom, la mayor feria del sector del ocio electrónico que se celebra esta semana en Colonia.
“Estamos muy ilusionados”, afirma Jaumandreu entre el barullo ensordecedor de uno de los pabellones del centro de convenciones de esta ciudad alemana. “Cuando presenta