La canícula pequinesa recomienda la huida. Los emperadores dejaban la céntrica Ciudad Prohibida para aliviarse en el Palacio de Verano, un esponjado complejo de jardines, lagos y templos en una zona de humedales al noroeste. La aristocracia roja , por su parte, abandona Zhongnanhai, el epicentro del poder comunista levantado a tiro de piedra de la antigua residencia imperial, para chapotear en las playas de Beidaihe , unos 300 kilómetros al este.

Xiamen (provincia de Fujian), Qingdao (Shandong) o Sanya (isla tropical de Hainan) son célebres destinos playeros, pero ninguno disfruta de las credenciales históricas de esta localidad de 600.000 habitantes en el mar de Bohai . Aun así, nada lo sugiere al ojo desentrenado. Ahí están las aglomeraciones sobre la arena al atardecer, rebajado

See Full Page