Los 13 años de guerra civil han devastado completamente Siria . Ahora toca la reconstrucción . Y no faltan voluntarios. Contribuir al renacimiento de un país arrasado suele ser un buen negocio económico y político. Hay muchos intereses estratégicos en juego. La caída del régimen de Bashar al Asad en diciembre ha trastocado la región. Han ganado más peso las monarquías del Golfo y Estados Unidos, mientras que han quedado fuera de combate los aliados del antiguo régimen, Irán y Rusia, aunque Moscú no ha tirado del todo la toalla.

El país árabe ha caído en manos de un grupo islamista radical suní capitaneado por Ahmed al Sharaa. El actual presidente interino, ahora moderado y pragmático, ha cambiado el uniforme yihadista por la camisa y la corbata. Excomandante de la filial de Al Qaed

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