En un entorno laboral que exige rendimiento constante, aparecen dolores y tensiones que no deberían silenciarse. Qué podés hacer si tu cuerpo empieza a reclamar una conexión más saludable con el trabajo.
“Me duele el cuello todos los días, pero no tengo tiempo para ir al médico”. “Me acuesto agotada, pero no puedo dormir bien”. “Ya no sé si es cansancio físico o mental”. Estas frases son cada vez más frecuentes. Se trata de personas que llegan a una consulta con síntomas físicos persistentes, dolores, tensión, insomnio, cansancio, que no mejoran con analgésicos, pero sí cuando logran frenar y revisar qué está pasando en su interior. El cuerpo empieza a hablar cuando lo emocional no encuentra canal.
Desde el counseling y la consultoría laboral, se trabaja en la intersección entre lo q