Hace apenas una semana, la provincia de Salamanca vivía horas críticas . Dos escenarios especialmente preocupaban a los operativos: en El Payo , donde el fuego avanzaba por flancos desiguales y las pavesas amenazaban con encender nuevos focos en pinares densos; y en Cipérez , donde las llamas recorrieron veinte kilómetros en pocas horas y obligaron a evacuar a vecinos de varios pueblos.
La situación se vio agravada por la ola de calor, con máximas que superaban los 40 grados, y por la entrada en Salamanca del gravísimo incendio originado en La Jarilla (Extremadura), que llegó a la sierra de Candelario. Todo ello conformaba un escenario de máxima tensión, con la amenaza directa a infraestructuras sensibles como la fábrica de obleas de Cipérez, donde un depósito de propano pu