Durante décadas, el ocio nocturno fue un ritual sagrado. Bailar hasta el amanecer no era solo una forma de divertirse, sino un emblema de juventud, libertad y pertenencia . Sin embargo, para los franceses , algo está cambiando. En los años 80 y 90, los clubes de París como 'Le Palace', marcaron una época en la que la pista de baile era el lugar donde se medía la modernidad. Hoy, sin embargo, el panorama es otro: la Generación Z ya no vibra al ritmo de los DJs. Prefieren la comodidad del salón de su casa, pasar horas con la PlayStation, organizar partidas de juegos de mesa con amigos o dejarse llevar por la inercia infinita de TikTok y Netflix.La escena que un día deslumbró al mundo se apaga poco a poco. En la capital francesa, los clubes nocturnos cierran en masa , y lo que fue una forma d
Alarma en la noche francesa: las discotecas parisinas comienzan a cerrar en masa

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