Cada noche los vecinos de las calles cercanas al parque de Teresa Istúriz , en San Roque, viven la misma situación. Grupos de jóvenes se reúnen en este lugar hasta altas horas de la madrugada armando jaleo.

Según cuentan algunos de los afectados, la situación es «horrible», porque las voces y el escándalo no les permiten descansar bien por las noches. «A veces es más tarde de las tres de la madrugada y siguen ahí», relata un vecino, que prefiere mantenerse en el anonimato por miedo a represalias. «Hace unos días por la noche escuché un gritó y me asusté, pensaba que le había pasado algo a alguien, miré para ver qué había ocurrido, pero era lo mismo de siempre: gente pegando voces porque sí», lamenta.

Los afectados afirman que la situación empeoró cuando el ayuntamiento instaló en

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