El presidente de Junts, Carles Puigdemont, dejó claro esta semana que su partido mantiene la apuesta por la continuidad del Gobierno de Pedro Sánchez y volvió a descartar el escenario de una ruptura. Mucho más aún el de una hipotética alianza con el PP para presentar una moción de censura, una vía que los populares llevan meses intentando abrir. El expresident, sin renunciar a su habitual tono de presión , optó esta vez por ofrecer al Ejecutivo un balón de oxígeno : rebajó la tensión, evitó las amenazas y fijó deberes a Moncloa, entre ellos lograr la oficialidad del catalán, el euskera y el gallego en las instituciones europeas, uno de los principales puntos de su pacto de investidura.
Su mensaje se presentó como una mano tendida a Sánchez —“no atraviesa un buen momento, pero tie