Cuando el huracán Erin azotó las islas de barrera de Carolina del Norte con fuertes vientos y olas esta semana, destruyó muchos nidos de tortugas marinas amenazadas, enterró los huevos en la arena o los arrastró mar adentro.
En la isla de Topsail, más de la mitad de los 43 nidos de tortuga boba se perdieron en la tormenta, indicó Terry Meyer, directora de conservación del Centro de Rescate y Rehabilitación de Tortugas Marinas Karen Beasley.
“No esperaba que el nivel freático estuviera tan alto y que los huevos estuvieran literalmente sumergidos en el agua cuando llegamos a ellos”, agregó. “No creo haber visto eso a una escala tan grande”.
Erin no llegó a tocar tierra y no causó daños generalizados en infraestructura a pesar de tener el doble de tamaño que un huracán medio. Pero las tort