Primero fueron los comedores escolares y, ahora, el Gobierno ha puesto el foco en los menús de hospitales y residencias . Comidas que siempre han arrastrado mala fama, de la que quieren sacudirse entidades como la Asociación Española de Hostelería Hospitalaria (AEHH) que, además, advierte: en el caso de los hospitales, el envejecimiento de la población supone que los pacientes ingresan con más enfermedades. Eso ha cambiado su forma de comer: solo un 20% de las dietas que se sirven en los centros sanitarios son basales, es decir, las que permiten ingerir prácticamente todo tipo de alimentos. El resto son todas específicas para personas con restricciones alimentarias . Una nueva realidad a la que han tenido que adaptarse la cocinas hospitalarias.

"Se acabó el comer mal"

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