En un país que perdió el 57% de hectáreas de páramo de alta montaña, es decir, más de 1,7 millones de hectáreas, puede marcar un precedente el largo debate que ocurre en el Páramo del Sol, principalmente de jurisdicción de Urrao, sobre los usos turísticos en el frágil ecosistema que abastece agua a más de 11 municipios de Antioquia y Chocó.
En agosto de 2022, Corpourabá tomó la decisión de cerrar el páramo y restringirlo para el turismo. Salvo determinaciones similares en parques y áreas protegidas nacionales nunca se había tomado en Colombia una decisión similar. Y se tomó con razones de peso. Después de al menos una década acumulando denuncias y reportes de degradación ambiental por contaminación, quemas, destrucción de ecosistemas y arrasamiento de frailejones, Copourabá decidió ponerl