Una de las consecuencias de la cumbre de Alaska ha sido la movilización de los principales líderes europeos. Han tenido los reflejos de viajar a Washington para arropar al presidente Zelenski y hablar con una sola voz, un contrapeso a la determinación de Vladímir Putin , que se siente más cerca de la victoria en Ucrania . La reunión en la Casa Blanca fue concebida por los dirigentes europeos como una intervención de emergencia, un 'todos a cubierta'. El magnate neoyorquino nunca se cansa de recibir halagos y anunciar en las redes sociales victorias instantáneas que la realidad con frecuencia desmiente. Los dirigentes europeos se aprendieron el papel, de abanderados y valedores del ucraniano, y gestionaron todo lo mejor que pudieron las inciertas perspectivas de una negociación de un acuerd

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