El Manchester City llegó al Etihad con la confianza de haber goleado 0-4 al Wolverhampton en su estreno liguero. Sin embargo, el Tottenham de Thomas Frank , pese a sus dudas extradeportivas y la falta de refuerzos ofensivos, se llevó un triunfo sólido (0-2) que devuelve a los de Pep Guardiola a las mismas sensaciones de la temporada pasada: un equipo previsible, sin ideas y con fragilidad atrás.
El arranque fue prometedor para los locales. Durante la primera media hora, el City monopolizó la posesión y generó ocasiones, incluida una jugada de Erling Haaland al más puro estilo Dortmund , que dejó a Omar Marmoush frente a la portería. El egipcio, sin embargo, desperdició la oportunidad disparando al cuerpo del guardameta.
Dos errores, dos goles
La respuesta del Tottenha