Una comisión judicial estadounidense le negó el viernes la libertad condicional a Joseph Lyle Menéndez, un día después de que a su hermano Erik también le ordenaran permanecer en prisión por el asesinato de sus padres hace más de tres décadas, en uno de los crímenes más mediáticos de la historia de este país.
A Lyle, de 57 años, se le negó la libertad condicional porque no convenció al panel de que ya no es una amenaza pública.
Julie Garland, miembro la junta de libertad condicional que revisó el caso, consideró que Lyle aún representa un riesgo para la comunidad pero lo instó a no perder la esperanza porque la negativa «no es el final».
Los hermanos podrán pedir una reevaluación de sus casos dentro de tres años.
«Mi mamá y mi papá no tenían que morir ese día,» dijo un emotivo Lyl