Acompañamos a Fernando Barbero a sus fincas de cerezos situadas en los altos de las cumbres de Gargantilla, en Cáceres . Es difícil llegar, están junto al puerto de Honduras que se calcinó en el gravísimo incendio de Jarilla. Ese puerto presenta un aspecto de paisaje lunar completamente arrasado, pero, extrañamente, en las laderas cercanas se observa como se detiene la negrura y surge el bosque de nuevo.
Algo tenía que haber parado el fuego en esa zona. Y ese algo no es otra cosa que los cerezos de Fernando. Los cerezos, según nos cuenta Fernando Barbero, agricultor de Gargantilla, han actuado de cortafuego, impidiendo que las llamas siguieran su avance hacia su pueblo, al que han salvado. Los cerezos son frutales, con hojas mucho más húmedas y jugosas que las coníferas y que otra