Felipe Gómez Sánchez salió de su casa en Ate y jamás regresó. Su misteriosa desaparición ocurrió la noche del 30 de abril del 2022, fecha en que había acordado un encuentro a través de Tinder con una mujer casada en un departamento ubicado en el distrito de La Molina.
Aquel día, las cámaras de seguridad del distrito lo captaron ingresando al edificio, pero nunca se volvió a tener noticias de él. Desde entonces, la vida de su familia quedó sumida en la incertidumbre y la justicia sigue sin resolver qué ocurrió aquella madrugada.
Felipe tenía 37 años, era ingeniero electrónico y trabajaba en una mina de Moquegua. Alegre y con muchos sueños por cumplir, había planeado estudiar en el extranjero y comprarle un departamento a su madre.
Natural de Cañete y el tercero de cuatro hermanos, viv