Vean qué ágil sigue siendo /y qué bien se conserva/ el odio en nuestro siglo./ Con qué destreza salva obstáculos/ y qué fácil le resulta saltar, pillar su presa. Comienzo, de remplón, con estos versos tan sentenciosos de la poeta polaca Wislawa Szymborska para ir haciendo boca. Porque el odio campea en las lindes fronterizas de la guerra a gran escala, en los territorios ocupados o por ocupar, en la tira de tierra que limita con el vecino. Se exhibe en todas las pasarelas, importa poco que el chasquido aterrador de un incendio nos pise los talones; que el calentamiento global afecte al estado de ánimo y se instale también en las cabezas de algunos, da igual que el insulto se luzca con traje de verano o con pamela primaveral, nunca pasa de moda. Se muestra pesimista nuestra poeta en su poem

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