La mira estaba puesta en dar el golpe y conseguir una victoria inédita ante los All Blacks en casa. Era la bolilla que faltaba. El ánimo de Los Pumas entresemana estuvo por las nubes y la confianza rebalsaba en los jugadores argentinos. No había nada que podía detener ese sueño. Y esa victoria, tan soñada, tan buscada llegó.
Tras ochenta minutos intensísimos, con la chapa marcando un 29-23 final, Los Pumas escribieron otra página gloriosa en su historia: Le ganaron por primera vez a los All Blacks de local.
El arranque de Los Pumas fue furibundo, endemoniado, intentando acorralar a su aquilatado rival. Con control y mucho corazón lo atacó y lo puso contra las cuerdas, lo obligó a equivocarse y así generó el primer penal del partido, que el tucumano Albornoz trasformó en los tres prim