El campeón del mundo marcó un golazo de tiro libre para conquistar el primer triunfo ante Newell's de su carrera.

Faltan 10 minutos para que termine el partido y su escena más soñada es una realidad. Baja el "Fideo, Fideo" desde las tribunas del Gigante de Arroyito y Ángel Di María no puede contener la emoción. El campeón del mundo acaba de convertir un golazo inolvidable de tiro libre, recién respira tras transformar un zurdazo maravilloso en un misil imparable y volador que se clava en un ángulo del arco y define el triunfo de su Rosario Central sobre Newell’s por 1-0. Es el sueño que desde hace 18 años se construye en la cabeza de Angelito: desde que emigró a Europa y brilló en los mejores equipos del mundo sin olvidar nunca los colores de su corazón, desde que volvió a pisar la tier

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