“No les des nada de ti, habla sólo de trabajo”, se repetía en muchas ocasiones Sydney Sweeney . Aunque, a ratos, se ha arrepentido de esa postura: “ Desearía haber sido capaz de ser abiertamente quien soy desde el principio para que no se cuestionen las cosas que digo”.
“Por desgracia, yo no controlo mi imagen: mi imagen está en vuestras manos”, declaró la actriz a Vanity Fair en una entrevista el pasado noviembre. Nadie imaginaría que, meses después, terminaría en el epicentro de una guerra mediática y digital en la que su imagen está en debate constante.
Mientras algunos titulares la confrontan con Taylor Swift —debido a la aparente oposición política entre ambas— y muchos usuarios la acusan de “alimentar al fascismo”, otros la ven como la heroína conservadora que América,