Es cierto que el clásico fue trabado, luchado, poco jugado y casi todo lo que pasó desprolijo. Fue decididamente ordinario. Con escasa situaciones frente a los arcos. Pero en esta medianía todo se resolvió con la genialidad de Ángel Di María, con un golazo inolvidable de tiro libre. Ahora bien, ¿fue casualidad el triunfo de Central ? Para nada. Porque si hay un equipo de los dos que salió desde los vestuarios a ganar por nombres y posicionamiento fue el de Ariel Holan.

La formación de un equipo siempre es una declaración de principios. Y el Profesor Holan dispuso de entrada de cinco jugadores de corte netamente ofensivos. Ellos fueron Ignacio Malcorra, parado junto a Ibarra en la función de doble cinco; Ángel Di María, sobre la derecha; Jaminton Campaz, recostado a la izquierda; Enzo

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