EL VIRTUOSO COMBATE DE LA LEALTAD: Todo requiere compromiso; aún más, esfuerzo. La dejadez es el tajo a la ociosidad, génesis de los vicios y germen de los vacíos, que debemos abandonar con voluntad firme y perseverante para vivir según la prueba revelada. El claustro del corazón divino, no se desespera y nos espera, con una llamada exigente, pero abierta a todos nosotros. Responder es reencontrarse, rehacerse y renacerse, a la evidencia invisible.
I.- PROCURAR ENTRAR;
POR EL ÍNFIMO HUECO
La cruz es un pórtico celestial,
cuyos ínfimos huecos se abren,
para abrazarnos y sublimarnos,
para crecernos y glorificarnos,
como hijos de Dios que somos.
Acogidos y recogidos en Jesús;
para establecerse en su palabra,
hay que vivirla a corazón vivo,
y desvivirse por vivir a sus pies,
que s