Son las once de la mañana, el levante sopla con cierta intensidad y en el puerto pesquero de Conil de la Frontera (Cádiz), del que hoy han salido pocos barcos a faenar, se respira cierta calma. Lejos de lo que se pudiera pensar en época de gran consumo de pescado (Conil es destino turístico-gastronómico en gran parte por la diversidad y calidad de sus pescados), este clima no es de optimismo. Tal y como se refleja en las caras de los pescadores, centrados esta mañana en reparar las castigadas artes de pesca, esta tranquilidad, un día más, es la antesala de una tormenta que hace ya más de cinco años que se instaló en las ricas aguas conileñas y, por extensión, gaditanas. Fenómeno natural que tiene nombre y apellidos , alga asiática o, como la llaman otros, invasora.

«Estos días de agosto

See Full Page