Del parking de Bonaire donde supuestamente se acumulaban cientos de cadáveres tras la dana del pasado 29 de octubre (no se encontró ni un cuerpo) al mapa de minas de tierras raras que coincide (no de forma causal sino casual) con las zonas más afectadas por los devastadores incendios de este mes de agosto en el noroeste de España. Tanto da si es a lomos del barro o del humo, los bulos y la desinformación vuelven a campar a sus anchas, sobre todo en las redes sociales, ante una nueva catástrofe , erosionando a su paso la confianza de la ciudadanía en las instituciones y sus servicios públicos.
En los últimos tiempos, además, ha surgido un problema añadido, de cuño trumpista : la desinformación que emana también de algunas administraciones , generando más ruido mediático y complicando