Los ataques con drones lanzados por Ucrania contra territorio ruso en la madrugada del domingo provocaron incendios en instalaciones estratégicas de energía, entre ellas la planta nuclear de Kursk y la terminal de exportación de combustibles de Ust-Luga, según confirmaron autoridades rusas. Los hechos se producen en un momento en que la guerra, que lleva ya más de dos años, sigue intensificándose pese a las conversaciones de paz impulsadas por mediadores internacionales.
El Ministerio de Defensa ruso informó que sus sistemas de defensa aérea interceptaron al menos 95 drones ucranianos en más de una docena de regiones. Uno de ellos fue derribado cerca de la central nuclear de Kursk, a tan solo 60 kilómetros de la frontera con Ucrania. El artefacto detonó en las inmediaciones de la planta,