Tradicionalmente relacionamos a la insulina con el control del azúcar en la sangre, pero sus efectos se extienden mucho más allá de esto, sobre todo en la mujer.
El síndrome de ovario poliquístico está directamente relacionado con la resistencia a la insulina, que causa un inadecuado manejo de las grasas en el cuerpo, ocasionando desde sobrepeso hasta hígado graso.
Cuando existen niveles elevados de insulina —consecuencia de la resistencia a la insulina— hay aumento del tamaño del corazón e inflamación cardiaca que provocará hipertensión arterial.
El aumento de la insulina en la mujer también va a provocar mayor producción de las hormonas masculinas, aquellas que producen acné y más vellosidad. Este aumento está ligado a un mayor desarrollo de osteoporosis desde una edad temprana, h