Mantener la heladera limpia y libre de olores desagradables no siempre es sencillo. A veces, por más que la higienicemos con frecuencia, ciertos aromas se impregnan y resultan difíciles de erradicar. La buena noticia es que existen soluciones simples, económicas y caseras que podés poner en práctica hoy mismo. A continuación, te contamos los cuatro trucos más efectivos para olvidarte de los malos olores y garantizar que tu heladera siempre huela fresca.

1. Bicarbonato de sodio, el clásico infalible

El bicarbonato es probablemente el método casero más popular para neutralizar olores. Colocá un recipiente abierto con dos o tres cucharadas en una de las bandejas y dejalo actuar. Este polvo absorbe la humedad y atrapa las partículas que generan mal olor. Lo ideal es reemplazarlo cada 30 días

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