Hay historias de vida que parecen escritas con contrastes imposibles. En el caso de Emiliano Perviu , la paradoja se convirtió en destino: creció en el barrio La Estanzuela , en Godoy Cruz, entre partidos de rugby y tardes de danza clásica .

A los cinco años pisó por primera vez una cancha, pero casi al mismo tiempo, por recomendación médica, se subió a un escenario. El diagnóstico era claro: tenía un problema de cadera y el ballet , con su exigencia de rotación de piernas, podía corregirlo.

Nadie sospechaba entonces que aquella prescripción médica se transformaría en pasión. Menos aún cuando se destacaba como un gran jugador de rugby .

Hace casi 12 años que el ex rugbier mendocino forma parte del Ballet del Parque del Conocimiento en Misiones. Foto: Gentileza Mauro N

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