Washington, 24 ago (EFE).- Los museos, como los del Instituto Smithsonian, no solo conservan cuadros y objetos: construyen un relato. El relato de la historia. A través de sus exposiciones se crea una conciencia colectiva que, como un embudo, recoge y proyecta los hechos más destacados del pasado y el presente.
El presidente de EE. UU., Donald Trump, consciente de este poder, ha ordenado una revisión ideológica de las salas para asegurarse de que todo en ellas encaja en su visión del “americanismo”, libre de contenido “woke” (progresista).
Trump busca adaptar ese relato a la versión del movimiento MAGA (Hagamos a Estados Unidos Grande de Nuevo) -que él lidera- que se caracteriza por una visión extremadamente conservadora, por ensalzar una narrativa nacionalista y tradicionalista y rechaz