El atentado con un camión cargado de explosivos contra la Base Aérea Marco Fidel Suárez, que dejó seis civiles muertos, más de 70 heridos y cuantiosas pérdidas materiales, reabrió un debate que la ciudad ha postergado por décadas: ¿debe la instalación militar seguir en pleno corazón urbano de Cali o trasladarse a otra zona del Valle?

Tres días después del ataque, el temor persiste entre los habitantes de barrios vecinos y conductores que han optado por evitar la zona. El recuerdo del segundo camión bomba, que no alcanzó a estallar, aumentó las alarmas sobre los riesgos de mantener una base militar en medio de sectores residenciales y comerciales.

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El diario El País de Cali hizo una recolección de opiniones

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