Dos jornadas, dos derrotas. Las dos ante equipos que pisan de nuevo la categoría de plata tras ascender. Más allá de los resultados, preocupantes ante Real Sociedad B y Andorra, tanto por el tamaño del enemigo como por desaprovechar un calendario propicio, el Real Zaragoza de Gabi Fernández está dejando un reguero de dudas con mucha fragilidad, problemas en el juego, falta de gol y un equipo cogido entre alfileres y repleto de provisionalidad en esta recta final del mercado, donde el entrenador reclama públicamente tres fichajes, pivote, central, ya cerrado en Insua, y portero, aunque parece claro que llegarán más, quizá hasta cinco, con otro central y un atacante más al menos, todo en función de las salidas.

El Zaragoza en todo caso transmite muchas dudas en este inicio y en ese ambi

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