Un triunfo notable, una carrera que se definió hacia el final y un público fervoroso que festejó ocupando la calle de boxes, la recta principal y buena parte del patio de las tribunas, todos mirando el podio y en lo más alto, Agustín Canapino, un símbolo de Chevrolet.
Fiesta del TC en Buenos Aires. Última de la etapa regular y el público, el entusiasta público que siempre desborda el autódromo porteño.
La carrera arrancó con un dominio veloz del piloto Elio Craparo, que con su Dodge Challenger hizo suya buena parte de la misma soportando los embates de Agustín Canapino que tenía un auto bien balanceado y que pudo sobrepasar al piloto de Chacabuco tras el ingreso del Pace Car, para establecer una buena diferencia y no soltar la punta hasta la bandera a cuadros, informó la página de la ACT