En el fútbol, un empate puede dejar tranquilidad o desazón. O las dos cosas al mismo tiempo, como lo experimentó Almirante Brown este domingo en Isidro Casanova, tras su igualdad sin goles ante el encumbrado Gimnasia y Esgrima de Jujuy.
Es que, por un lado, teniendo en cuenta la jerarquía del rival, uno de los más serios aspirantes a conseguir alguno de los ascensos a Primera, el 0-0 puede valorarse como positivo. Y mucho más si los rivales del Mirasol en la lucha por la permanencia, Talleres y Defensores Unidos, no lograron sumar puntos en esta fecha. Pero, por otro, quedó la sensación de haber estado muy cerca de quedarse con la victoria y despegarse definitivamente de la indeseable zona de descenso.
Una tabla mentirosa
Por lo visto en el Fragata Sarmiento, no se apreció la lógica dif