Rostros serios y agotados. Algunas familias sentadas en el piso junto a sus valijas, otras haciendo fila en silencio frente a mostradores colapsados. En el hall de Aeroparque Internacional Jorge Newbery se respiraba fastidio y resignación. Cada cinco minutos, una voz interrumpía desde los parlantes: “Hay vuelos demorados”. Este domingo se vive el segundo día del paro de controladores aéreos que paralizó los despegues en todo el país en dos turnos: de 13 a 16, y de 19 a 22.
La medida, convocada por ATEPSA —la Asociación de Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación—, parte de un plan de lucha que se extenderá durante la semana, obligó a Aerolíneas Argentinas a cancelar más de 40 vuelos y reprogramar otros 122. Según datos oficiales, unos 4.000 pasajeros se vie