Cosas que pasan Alfonso Ussía
Uno, dos, tres y cuatro
Este que escribe, cuando va a una montería, lleva un morral que parece una farmacia. Desde esparadrapos a medicamentos relacionados con las evacuaciones, pasando por un producto que cauteriza la cuchillada de un jabalí malhumorado por recibir una bala trasera
La Infanta Teresa era muy campera y aficionada a las monterías. Las monterías de antaño, si asistía una persona de la realeza, esmeraban los diferentes condumios con platos afrancesados de la nobleza de sus tiempos. En la actualidad, las maravillosas migas han terminado con los alardes culinarios. La Infanta era desmedida en sus digestiones, de ahí que sólo le acompañaba al puesto su dama de confianza, y ningún secretario. No pretendo rozar la escatología, pero ella siempre ib