Al pobre de Muñoz Molina le ha caído una grande por hacer elogio de la escasez. En la entrevista se atreve a decir que “si hay una salvación posible de este mundo es recuperar la idea de escasez”. Enseguida le han hecho las cuentas del reloj que lleva en su pulsera, los muebles que le rodean y los ingresos que percibe, para ponerle en evidencia. Muchos se han preguntado en alto qué tiene de bueno la escasez, por qué nos hace mejores, qué grado de escasez sería el fetén. Le achacan hacer una apología de la pobreza.

Yo estoy con él en muchas de las cosas que dice. Quizás no hubiera utilizado la palabra escasez sino la sobriedad, el aprovechamiento de lo que tenemos y somos, la contención, el respeto a las cosas pequeñas y al esfuerzo cotidiano. Es curioso que muchos encuentren en sus palabr

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